摘要:Se hace una reflexión en torno a algunos de los discursos de la modernidad acerca del significado de la evaluación como práctica social y se examinan varias visiones paradigmáticas de la ética de la evaluación en las últimas décadas. Su objetivo es aproximarse a un sentido amplio de la evaluación educativa, trascendiendo su sentido instrumental y entendiéndola como relación dialógica. Partiendo de esta perspectiva, se plantean y desarrollan dos cuestiones relacionadas: el sentido en que se puede hablar de una evaluación dialógica y la manera como el diálogo se puede constituir en fundamento ético para la evaluación educativa. Se subraya la importancia que se le otorga al encuentro pedagógico entre evaluador y evaluado, con base en principios de deliberación, inclusión y participación, que reconoce tanto el papel significativo del docente como la consideración respetuosa del alumno. Se muestra cómo la diferencia, la autoridad y la asimetría que tienen lugar en la relación pedagógica no son obstáculos para establecer relaciones dialógicas recíprocas. Finalmente, se destaca como principal conclusión que la evaluación dialógica exige un conjunto de virtudes comunicativas, que tienen un carácter cognitivo y afectivo, tales como la disponibilidad para escuchar, la disposición para hacer y recibir críticas y admitir los propios errores, la confianza y el aprecio, entre otros.
其他摘要:Some of the modern discourse on the significance of evaluation as a social practice is considered in this article, as are several paradigmatic views on the ethics of grading in recent decades. The objective is to arrive at a broad sense of education evaluation by going beyond its instrumental significance and attempting to understand it as a relationship that involves dialogue. Based on that perspective, two related questions are posed and developed: In what sense is it possible to speak of dialogue in grading and how dialogue can constitute an ethical basis for grading in education? The importance of the educational encounter between the evaluator and the person being evaluated is underscored, based on the principles of deliberation, inclusion and participation, recognizing the teacher's important role as well as respectful consideration for the student. The difference, authority and asymmetry found in the teacher-student relationship are shown to be no obstacle to establishing reciprocal relations based on dialogue. The main conclusion is that grading based on dialogue requires a set of communication skills that are cognitive and affective in nature, such as readiness to listen, willingness to give and receive criticism and to admit one's mistakes, confidence and appreciation.