No en sus pretéritos imperfectos sino desde las urgencias presentes de su porvenir podrán las izquierdas plurales encontrarse consigo mismas, dotándose de una nueva epistemología, que redefiniendo su identidad de izquierda, les permita refundar sus prácticas ideológicas, sociales y políticas en la cada vez más compleja y cambiante topología del poder y la lucha. En un permanente, crítico y polémico despendarse a sí misma la izquierda deberá asumir el reto de repensarse desde la ineludible utopía concreta de la democracia.