Por primera vez en su historia, el 9 de mayo de 1993 los paraguayos eligieron a un Presidente de la República en elecciones libres, competitivas y casi del todo limpias. El proceso de transición democrática, iniciado por el general Andrés Rodríguez en febrero de 1989, llega a su fin. La situación es políticamente compleja, pero aceptable para todos; para el general Rodríguez (entiéndase las Fuerzas Armadas) porque su sucesor oficioso, el ingeniero Juan Carlos Wasmosy, resultó electo para la jefatura del Estado; y para la oposición porque ella conquistó mayoría parlamentaria y tiene innumerables espacios de participación y poder a nivel municipal y departamental.