Antes del golpe que derrotó al general Alfredo Stroessner, dictador que gobernó casi 35 años Paraguay (1954-1989), pocos se atrevían a declararse antiestronistas; después del golpe dado por el general Andrés Rodríguez, que defiende como programa de gobierno la tarea de democratizar al país, poquísimos reconocen haber sido estronistas en el pasado y casi nadie reivindica serlo en el presente. De ahí que, 'legitimidad de la dictadura' dice hoy complicidad política o esclavitud consentida; refleja un rostro político que muchos paraguayos prefieren olvidar.