El diferendo cubano-norteamericano, visto desde La Habana, se debe a que EEUU no se resigna a que la isla escape a su dominio en lo más próximo de su «patio trasero». Cuba plantea las diferencias con la gran potencia occidental como algo que ambos países deben tratar en un plano de igualdad de soberanías, pero EEUU pretende obtener concesiones unilaterales en cuestiones ajenas a lo bilateral (relaciones de Cuba con la URSS, y otras) antes de tratar las cuestiones bilaterales que son interés de Cuba, como el largo bloqueo y la base naval de Guantánamo, por ejemplo. Las conflictivas relaciones de estos desiguales vecinos son analizadas en este artículo en el marco de la problemática latinoamericana y caribeña, pasando revista a los antecedentes, situación actual y perspectivas del diferendo, desde la óptica cubana.