Entre los seres humanos, músculo y cerebro es una combinación adecuada para el éxito. Entre los países también: la capacidad para defenderse de las amenazas y la habilidad para desarrollar las ciencias y las artes es lo que diferenció a las grandes civilizaciones y potencias de los demás… hasta hoy. La emergencia global de Brasil viene a cuestionar estas certezas: a pesar de su extensión territorial y peso demográfico, el gigante latinoamericano es un peso mosca en términos militares, su participación en el comercio mundial apenas roza el 1% y su relevancia cultural y tecnológica es menor a la de países más pequeños y hasta menos desarrollados.