El artículo analiza si el orden en el que los candidatos son presentados en la papeleta de voto influye en sus posibilidades electorales en dos sistemas de voto preferencial: el sistema holandés y belga. Además, en los dos países el formato interno de la papeleta da prioridad a las directrices del partido. Con esta finalidad se analizan las elecciones de 1998 a la Cámara baja holandesa y las elecciones de 1999l a la Cámara de Representantes belga. El análisis de las elecciones del 98 muestra que la mayoría de los electores holandeses votaron a los candidatos colocados en las primeras posiciones de las listas electorales. En Bélgica no se produjo ventaja electoral derivada de la posición de los candidatos en la lista de partido. Con todo, el resultado de ambas elecciones fue que la voluntad del partido prevaleció sobre la del electorado
The article examines wether a high position in party lists increases the likehood of receiving personal votes in two states that use a preference voting system: Belgium and the Netherlands. Both countries also use the same ballot structure: the ballot groups candidates by party, within each group candidates are ranked according to their party preferences. The study of the 1998 parliamentary election in the Netherlands shows that most voters cast their votes for candidates placed first on party lists. In the belge election of 1999, in contrast, no significant relationship between a candidate´s ballot position and number of votes was found. In spite of these differences in voting behaviour, the result of both elections was that no candidate was elected out of list order.