En este trabajo se analizan los nombres propios atribuidos a los personajes y a los espacios narrativos en Marianela, con el fin de descubrir la relación existente entre el nombre y su referente y los motivos fundamentales de la trama novelesca. La elección onomástica no es fruto de la arbitrariedad, sino que responde a determinados fines. Los nombres de pila, hipocorísticos, patronímicos, sobrenombres, etc. que se despliegan por las páginas de esta pequeña joya literaria indican a menudo, por afinidad o antífrasis, características morales y físicas de los personajes, actitudes y acciones, y representan la clave de un mundo en que el autor expresa sus ideas, pero también sus dudas y esperanzas.