摘要:Haití, una sociedad estoica y adaptable, cuenta con una comunidad rural que ha desarrollado mecanismos para lidiar con su realidad en respuesta a una larga historia de subdesarrollo y desgobierno. Sin embargo, al igual que otros frágiles estados, Haití se ha visto asediado por la pobreza y la desigualdad generalizadas, la depresión económica y el desempleo, la debilidad institucional y la corrupción, la violencia, la anarquía y el conflicto recurrente. No obstante, aunque los conflictos violentos se concentran en los países pobres, la pobreza por sí sola no es la causante del conflicto. En la mayoría de los casos, los conflictos violentos son síntoma de un desarrollo multifacético y de un mal funcionamiento gubernamental, siendo éste último reforzado por el conflicto.