摘要:El impacto de la explotación minera en las ciudades peruanas ha tenido diferentes consecuencias urbanas a lo largo de la historia. De las ciudades mineras coloniales hemos pasado al modelo de ciudad industrial o ciudad campamento, que es aún el modelo predominante en la actualidad. Según él, la empresa concentra o superpone responsabilidades referidas tanto a la esfera productiva como a la gestión del espacio urbano que se ha creado. Sin embargo, la globalización de la economía y el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han generado otro modelo productivo, en el cual los impactos urbanos de la explotación minera se vuelven sobretodo indirectos. Este nuevo modelo induce una reconfiguración de la estructura urbana que genera importantes tensiones con las prácticas cotidianas preexistentes, las que se expresan en las percepciones que los habitantes producen acerca de los problemas urbanos. En el caso de Cajamarca, sostenemos que para la mayoría de sus habitantes la organización de la ciudad mantiene un vínculo estrecho con su entorno rural –que es afectado por el nuevo desarrollo urbano–, organización que favorece los intercambios interurbanos dentro de lo que algunos autores como Castells (1997) definen como el espacio de los flujos y otros como Ascher (2004), como el fenómeno de metropolización. El estudio de las tensiones generadas entre la continuidad campo-ciudad y las transformaciones urbanas recientes resultará de enorme importancia, en la medida que de ello dependerán los efectos o recomendaciones que se puedan proponer a los actores directos e indirectos de la gestión y el desarrollo de la ciudad.