摘要:En los modelos de historia y tiempo de Hegel y Schelling, operantes en el concepto nietzscheano de mundo y en la comprensión del nihilismo por parte de Jünger y Heidegger, se sustenta la tesis de que el carácter fundamental de la historia sea su poder para invertir el orden del tiempo. Esta perspectiva sirve de trasfondo para una experiencia nihilista de la historia que alcanza su mayor expresión religiosa, gracias a la negatividad que le es inherente, tal como logra describirlo la exposición heideggeriana del «estremecimiento del ser».