摘要:Han transcurrido varias décadas desde que la incorporación de la perspectiva de género al análisis de la realidad social y económica permitió desvelar las claves de funcionamiento de un modelo de organización social basado en la ivisión sexual del trabajo y en el que la economía mercantil ocupaba, sin paliativos, un lugar hegemónico. Se puso de manifiesto, por un lado, cómo la persistencia de la separación de los ámbitos laboral y familiar en la configuración y gestión de los tiempos sociales convertía en incompatible la dedicación y presencia de la misma persona en ambos; por otro lado, la persistencia en la asignación a las mujeres de las responsabilidades familiares a pesar de su creciente incorporación al trabajo remunerado hacía que recayeran en ellas los principales costes de un modelo social ya imposible de mantener.