摘要:En 1896 el sueco Svante Arrhenius, premio Nobel de Química en 1903, calculó que un aumento del dióxido de carbono atmosférico elevaría la emperatura en la superficie de la Tierra a causa del efecto invernadero, y esto le llevó a formular la hipótesis de que las emisiones de dióxido de carbono ocasionadas por la quema de combustibles fósiles y otras actividades de combustión causadas por los humanos iban a ser lo bastante grandes como para causar un calentamiento global. Poco se hizo al respecto por entonces, aunque hubo otras muchas alertas tempranas. El año 1982 se formó el Panel intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) para integrar la ciencia del clima, y la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992 marcó el camino para las COP (Conferencias de las Partes), en las que se alcanzaron acuerdos para abordar el problema del cambio climático. Otros hitos importantes han sido el Protocolo de Kioto en 1997 y el Acuerdo de París de 2015. Sin embargo, pese a las décadas transcurridas de política y de ciencia climáticas, está todavía por ver que se produzca un aplanamiento de la Curva de Keeling, pues la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha aumentado desde unas 300 ppm (partes por millón) en 1900 a 360 ppm en 1992, y a más de 405 ppm en 2018.