摘要:A día de hoy, vivimos una época escandalizada con la religión, la teología y todo lo que huela, mínimamente a lo trascendente. El recién acabado siglo XX ha sido el escenario de los últimos coletazos de las ortodoxias religiosas cristianas. Decir hoy, reconocerse como religioso, supone algo así como reconocerse manipulado, alienado y momificado en el tiempo. Una reacción que viene manifiestamente provocada por tres factores: el profundo resentimiento antieclesiástico, la manida idea de la oposición entre progresismo y conservadurismo, y la recuperación de una razón ilustrada y la confianza moderna en ésta, que ya no necesita de la hipótesis de Dios para la explicación científica del mundo natural –como asegurara Laplace. Secundariamente, la eclosión de las políticas sociales y de izquierdas, socialistas y comunistas, son un ingrediente que dio y da sabor al caldo cocinado. Al fin y al cabo, en la mayoría de los casos, la lucha contra la ortodoxia religiosa, no ha sido más que una batalla por el trono del poder y el gobierno social