摘要:Las importaciones de maíz aumentaron en Guatemala a partir de los años noventa llegando a suplir una tercera parte del consumo nacional. Este ascenso corresponde a la demanda de maíz amarillo barato que ha tenido el sector agroindustrial. El impacto negativo sobre el sector maicero, que consiste en pequeñas explotaciones familiares, ha sido importante, pero la situación se estabilizó en 1998. El Tratado de Libre Comercio con EE.UU. (TLC o CAFTA) no cambiará sustancialmente la nueva situación. El maíz blanco y el amarillo se siguen considerando como productos «sensibles» que se protegerán de forma especial. Además, la política actual de licencias de importación, que se podrá mantener bajo el TLC, solo permitirá la entrada de maíz para ser procesado industrialmente. Sin embargo, se argumenta que a la larga Guatemala necesitará invertir en la producción de maíz para aumentar la seguridad alimentaria y luchar contra la pobreza. El marco legal para el comercio exterior protege el mercado nacional de maíz en grano, pero el hecho de que la industria no acepte el grano nacional es un síntoma revelador de la problemática de la producción nacional. Se plantea que es una tarea del gobierno impulsar la transformación del sector maicero por su importancia para la seguridad alimentaria y el desarrollo rural, temas que corresponden a la administración pública
其他摘要:Maize imports into Guatemala increased during the 1990s, supplying a third of national consumption in recent years. This rise corresponds to the demand for cheap yellow maize by the agro-industrial sector. The negative impact on the maize production sector, consisting of smallholders, has been important, but the situation stabilized in 1998. The Central American Free Trade Agreement (CAFTA) will not substantially change this new situation. White and yellow maize are still considered sensitive products that will be especially protected. Moreover, the current policy of import licences, which can be maintained under CAFTA, will allow entry of maize for industrial processing only. Nevertheless, in the long run Guatemala will need to invest in maize production in order to increase food security and combat poverty. The legal framework for international trade protects the national grain market, but the fact that the industry does not accept locally produced maize is a revealing symptom of the problematic situation of domestic production. We argue that transformation of the maize production sector should be a government task, for it is crucial to food security and rural development, both of which are responsibilities of public administration