摘要:En el artículo se compara la celebración del Día de Muertos del cementerio de Flores y barrios del suroeste de Buenos Aires (Argentina) con la del Cementerio General y Cerro Blanco de Santiago (Chile). En el primer caso, la celebración la realizan migrantes aymara, qolla y quechua provenientes de los Andes centrales, y en el segundo mestizos urbanos que incorporan prácticas “andinas” como reapropiación simbólica identitaria. A partir de una participación observante se revisaron procesos de comunalización/comunalidad en la resignificación del festejo, con el centro en los repertorios interpretativos-culturales. Se concluye que en estas prácticas se han ido construyendo memorias festivas de resistencia, lo que ha producido nuevos sentidos de apego en dichos territorios.